Madrid es mucho Madrid

Miguel; sufrir y triunfar.

Por fin llegó la tan deseada carrera del año. Me gusta correrla ahora porque con la de Santa Pola, en la que debuté en enero, se dice que son las dos mejores de España, aunque esto es sólo una opinión, porque hay por estos mundos cercanos muchas carreras interesantes.

También era algo especial este año porque se estrenaban en la distancia corredores amiguetes como Agustín o Miguel Ángel, aunque éste último ya había sabreado esta distancia nada menos que hace unos días en la famosa "Tragamillas". Ambos han completado un carrerón con tiempos totalmente fuera de mi alcance. También estaba el famoso J'Hayber para redondear la cuadrilla pirata.

Yo, para no variar mis últimas carreras, fui de más a menos, cosa poco recomendable en las carreras de este tipo. 

¡Ay!, que duras se hacen esas pequeñas pendientes llegando a Cuatro Caminos y hacía Plaza de Castilla.

J'Hayber añadiendo otra muesca a su revólver

Después, para rematar, al entrar en el parque seguimos teniendo la cuestecita del Ángel Caído, que al final no la han podido suprimir del trazado.

Entré en la meta en 2h 03'. Últimamente ando para atrás como los cangrejos y parece que el calendario apretado y lleno de carreras me va pidiendo que pare un poco.

De todas formas, no me quejo, pues cada vez me lo paso mejor en las carreras, a pesar de los ratos en que el aire no te llega a los pulmones o las piernas piden tregua. Ahora habrá que descansar un poco para en un par de semanas correr otra media (uf) en Medina del Campo (Valladolid).

Seré muy malo, pero a estilazo no me gana nadie.

Tras la carrera nos fuimos toda la panda a comer a Valdemoro, cosa que me vino estupendamente porque ya estaba enfilando la carretera de Andalucía. Nos reunimos una tropa bastante decente y aprovechamos para charlar de nuestro deporte favorito y de otras cosas importantes de nuestras maravillosas e interesantísimas vidas.

Agustín, debutando, hizo un marcón de 1h. 46'