Por fin llegó la esperada prueba guipuzcoana, en la que llevábamos pensando todo el año, y desde luego que cumplió con todas las expectativas y que lo pasamos tremendamente bien.
Salí después del curro para Colmenar Viejo, donde me esperaba Miguel para seguir viaje hacia el Norte. Llegamos a San Sebastián ya bien entrada la noche y nos instalamos en casa de Elena, en Rentería, que nos trató como a reyes, no sólo ella, sino toda su familia.
Por la mañana del sábado nos reunimos con Agustín, dimos una vuelta por San Sebastián y luego a comer con J'Hayber y su colega supercorredor Carlos, para acudir después a la feria que estaba instalada en el Kursal.
Recogimos los dorsales y demás cachivaches. Después fuimos a Rentería donde Chema Y Nati nos obsequiaron con una cena en la Sociedad. Elena nos regaló una tarta con el escudo del equipo. Fue toda una sorpresa y un detallazo.
Tras la cena nos retiramos a descansar pues sabíamos lo que nos esperaba al día siguiente. La organización había prevenido a los participantes pues el calor sería la nota predominante a pesar de estar en pleno Noviembre y en el Norte.
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Todo preparado...los nervios también |
El día de la carrera, madrugamos para desayunar y nos pusimos en marcha.
Chema nos estaba esperando con el coche para llevarnos hasta la salida. Cuando llegamos, enseguida nos empapamos del ambientazo que se respiraba. Nos encontramos con
Tito,
Pui, y otros amiguetes. Yo de vez en cuando me acordaba de que estábamos en Francia y de que al día siguiente a primera hora tendría que estar en el curro a 800 Kmts. de distancia.
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Pinchando alfileres... |
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Con SuperMario en la salida |
Pasó mucho tiempo desde que salieron los primeros hasta que me tocó a mí. El mío era uno de los cajones naranjas, que salíamos bastante atrás.
En seguida nos dimos cuenta de que el calor iba a hacer mella en todos. Los primeros kilómetros me encontré bastante bien y me los tomé con prudencia, debido a que desconocía la prueba y sabía que teníamos alguna que otra cuesta prolongada por delante. El famoso Alto de Gainchurizqueta en el Km. 8 lo pasé bastante bien y pensaba que de ahí en adelante todo sería más fácil. Tampoco los toboganes de Lezo me resultaron complicados. El problema vino a partir de entrar al puerto de Pasajes. Este tramo se me hizo muy largo e iba ya justísimo de fuerzas. Encima había que pensar que se remataba con la cuesta de Miracruz, en la que parecía que no podía despegar las zapas del suelo.
Al final, ya en las calles de San Sebastián, me alcanzó Tito, que venía por detrás con sus amigos, y me ayudó a llegar a meta. Tarde bastante más de lo que pensaba. Quería hacer 1h. 50' y me fuí a 2h 02'. Se podría decir que pagué la novatada de la gran carrera. El año que viene hay que prepararla mejor.
En la meta nos encontramos todos otra vez y algunos amigos de San Sebastián, ciudad en la que tenemos muchos, vinieron a vernos llegar.
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Bastante "escojonao" cerca de la meta |
Tras todas las emociones, nos fuimos a comer a casa de Elena para después coger los coches y cada mochuelo a su olivo. Llegamos a Madrid bastante tarde y yo seguí camino. En medio de La Mancha me tuve que parar a dormir porque no podía más. Al día siguiente madrugué otra vez y para el cole tan feliz.
Algunos no entienden estas aventuras pero a mí me dan la vida. Ya se sabe, sarna con gusto no pica.