Esta ha sido la primera media de las que corro en Albacete.
Estuvimos dudando el gran J'Hayber y yo entre Hellín y Motril, pero como yo ya había corrido la prueba granadina el año pasado, al final nos decantamos por esta localidad manchega de la que no sabíamos nada. Nada más nos sonaba de que nuestro amiguete y familiar Francisquito había empezado allí su vida laboral hace ya unos cuantos años. Esto, como es lógico, es razón más que suficiente para ver lo que se cuece por allí.
La carrera en sí resultó un poco traicionera. Discurría por las calles del pueblo, que no es precisamente llano. Se nos hacía subir por dos veces a la parte más alta de la localidad y la segunda vuelta me resultó bastante durilla. Al final, rondando las 2 horas y pagando un poco el esfuerzo de Alcázar, pero encantado de la vida, como casi siempre.
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